Máximas musitadas desde la horizontalidad de una banca

A los niños hay que hablarles a la altura de los ojos.

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Los esfínteres de los pastores alemanes huelen a león.

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O los vagabundos no cuentan con un sentido del olfato o tienen una apreciación muy sofisticada por las fragancias africanas.

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A las mujeres guapas hay que hablarles de pie o bien asumir una dieta alta en spray de pimienta.

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Los trepadores sociales me confunden con la pared invisible de un tal Mimo.

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La verticalidad está sobrevalorada.

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A los barrenderos no les gusta conversar con los barbudos semidesnudos, a menos de que lleven puesta una corona de espinas y la mirada perdida.

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Los hipsters tienen muy mala postura. Caminan como si fueran los veteranos de una guerra de almohadas.

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Las minifaldas fueron diseñadas para una gran minoría.

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Las puntas de los zapatos de los policías huelen a león.

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(…)

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4 comentarios en “Máximas musitadas desde la horizontalidad de una banca”

  1. ximena Says:

    por qué sabes eso de los pastores alemanes y sus esfínteres?

    quieres decir que sólo los africanos especialmente huelen mal o bien o qué?

    Vaya! A mí me caga que te digan mimo (ya, lo dije)

    le oliste los zapatos a un poli?

    Perdón, tenía que preguntar

  2. arivolovich Says:

    A ver, a ver… las ‘fragancias africanas’ eran en alusión al esfínter olor de león del pastor alemán (por mencionar una raza) que (supongo) tienen que tolerar los vagabundos de vez en cuando si duermen en una banca. Un pordiosero sabe que ‘las puntas de los zapatos de los polis huelen a león’ porque los usan de vez en cuando como crush test dummies antidisturbios.

    Ximena, cabrona, me obligaste a asesinar un chiste.


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